Entorno ideal para un gato de piso

Aunque son animales territoriales, muy curiosos y con gran instinto cazador, nuestros gatos se adaptan con facilidad a la vida en un piso. Ahora bien, ni todos los gatos son iguales ni tampoco todos los pisos, y puede llegar a suceder que el nuestro le resulte «aburrido». ¿Cómo lo podemos detectar cuando sucede?

Qué señales podemos recibir de nuestro gato

Son varias las señales que nos pueden llevar a pensar en un problema de adaptación al entorno urbano del gato y, por supuesto, no tienen por qué darse todas ellas. Pero, antes de continuar, queremos hacer un apunte importante: ante los síntomas que vamos a describir siempre debemos descartar primero la presencia de patologías orgánicas.

En la alimentación

Podemos notar, por ejemplo, que el gato siempre demuestra tener hambre, y que incluso puede comer de una tacada toda la dosis diaria. Un gato insaciable. Pero también puede ocurrir el caso contrario, que se vuelva hiporéxico (que pierda el apetito) o incluso que deje de comer totalmente (un gato anoréxico).

Porque nuestra mascota no demuestra un hambre voraz, o porque no tenemos forma de controlar la ingesta de comida, puede que tengamos dudas sobre si está o no comiendo demasiado. En este caso, tenemos un factor que no nos deja lugar a dudas: el aumento de peso. Lo que nos ocurriría a nosotros si intentásemos matar el aburrimiento a base de comer.

En el comportamiento

Señales que nos pueden hacer pensar en una incapacidad de adaptarse al entorno son un aumento de su irritabilidad y una actitud reactiva a estímulos ambientales. Por ejemplo, si comienza a responder a ruidos con una agresividad impropia de él.

El marcaje con orina es otra de las posibles señales que nos pueden advertir sobre un ambiente pobre para ellos. Que aparezca orina fuera de su arenero, como pueden ser alfombras, camas, sofás o incluso en ropas.

El grado de acicalamiento también puede ser un punto de atención que debemos tener presente, tanto si vemos que nuestro gato se atusa el pelo en exceso como si, de repente, notamos que ha dejado de acicalarse. Nos percataremos en seguida de una depresión en la conducta de acicalamiento por la presencia de pelo muerto sobre el pelaje y que nos parecerá que está más «despeinado» de lo habitual.

También podemos percibir que el gato no curiosea como era habitual en él, ni muestra el mismo entusiasmo por el juego. Esta depresión en la conducta exploratoria y/o del juego puede estar complementada con un aumento de los periodos de descanso, en especial en las zonas de la casa donde el gato pueda evitar el contacto tanto con otros gatos como con personas de la casa.

La solución: el enriquecimiento ambiental

Lo importante del enriquecimiento ambiental del hogar es que sea placentero tanto para nosotros como para nuestros gatos, y existen múltiples maneras de hacerlo.

Se puede, por ejemplo, estimular su instinto cazador distribuyendo el pienso por diversas zonas del piso, tanto a ras de suelo como en altura. Es muy probable que el gato descubra que solo tiene que seguirnos para encontrar «la caza»: la solución es dejarlo en una habitación mientras repartimos el pienso para que tenga que esforzarse.

En este mismo sentido, se pueden construir estructuras a partir de los tubos del cartón del papel higiénico, y colocar bolitas de pienso en su interior y que ellos los tengan que sacar con las patas. O dejar cajas de cartón a medio cerrar para que ellos tengan que abrirlas.

Algo que también puede funcionar es lanzar bolitas de pienso al suelo, como si fuesen una pelota, para que el gato corra detrás de ellas y las atrape. En este caso, es importante que las bolitas reboten en un suelo duro, para que haga ruido: las alfombras o moquetas ahogan el sonido y a nuestro gato no le llamaría la atención.

Otro elemento que podemos mejorar es el agua: lo ideal es que el recipiente del que bebe esté en un lugar distinto del que usa para comer. También es recomendable que tengamos más de un lugar del que pueda beber, e incluso dejarle vasos o jarras con boca ancha en altura.

¡A trepar!

También es importante que el felino disponga de lugares a los que trepar. El objetivo es que su hogar sea lo más tridimensional posible y que pueda alcanzar lugares de descanso en altura. Tenemos que fijarnos bien que pueda bajar con comodidad de su «plataforma» de descanso. Un complemento en este sentido son los postes de rascado, que además de rascar, también permiten trepar a diferentes alturas (dependerá del tamaño del rascador) y descansar en sus superficies planas.

Estos lugares para descansar también pueden estar en áreas privadas, es decir, lugares donde puedan estar con comodidad sin ser molestados.

En definitiva, creemos que merece la pena el esfuerzo de implantar un programa de enriquecimiento ambiental y que nuestro hogar sea el mejor de los posibles para todos los que en él vivimos. Si quieres saber más sobre cómo crear el ambiente ideal para tu gato y las herramientas que podemos emplear no dudes en contactar con nosotros.

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