¿Por qué ponerle collar a tu gato?
Los gatos también llevan collar. El complemento que hasta hace no mucho se asociaba como exclusivo para los perros ya está muy asentado en el mundo de los gatos.
Los modelos de collar para gatos son muy variados y, en general, responden a necesidades distintas. ¿Cuál es el collar adecuado? Esta es la pregunta a la que vamos a intentar responder en las próximas líneas.
Por qué mi gato necesita un collar
Vamos a dejar de lado los collares de desparasitación, que tienen más que ver con una estrategia concreta para afrontar el control de pulgas y, por lo tanto, se escapa del tema de este post. Repasemos las razones más habituales para el uso de collares en gatos.
Identificación
Nuestro gato ya está identificado con su microchip. Es la forma más eficaz para que, si se pierde, las autoridades o un servicio veterinario puedan saber quién es y quién es su propietario. Pero también sabemos que, tanto en las ciudades como en el rural, hay colonias de gatos que no pertenecen a nadie. Por este motivo, el collar en un gato puede ser determinante para que, si se escapa o sufre un accidente, otras personas puedan reconocer al instante que se trata de una mascota extraviada. Incluso cabe la posibilidad de que el collar lleve inscrito el teléfono de sus propietarios, lo que facilitaría la recuperación de la mascota.
Activación de collares magnéticos
Las mencionamos porque todavía existen, aunque cada vez más en desuso gracias a las puertas de activación por microchip, más modernas porque permiten la individualización del sistema. Las que necesitan collar se activan mediante una llave magnética o electrónica que se coloca en el collar del gato.
Reducir la caza
Los gatos son cazadores natos. Y, como es el caso de los gatos domésticos, cazan sin que lo necesiten: les gusta, forma parte de su naturaleza. Por eso, propietarios de entornos rurales conscientes del impacto de sus gatos en la fauna del entorno, deciden recurrir al uso del collar con un cascabel para minimizar la caza de aves.
Visibilidad en gatos de exterior
Los collares reflectantes son muy importantes para intentar reducir en lo posible el riesgo de un atropello cuando cruzan las carreteras por la noche. Sobre todo, en gatos jóvenes, menos experimentados.
Estética
Si no existe ninguna de las razones anteriormente expuestas para colocar un collar lo mejor es prescindir de él. No recomendamos su uso por razones estéticas, ya que, aunque nos aportan los beneficios anteriormente expuestos, los collares también generan riesgos para nuestra mascota.
Qué problemas puede causar el collar
Las razones por las que un collar puede generar situaciones desagradables para nuestro gato son varias, y para todas ellas tenemos soluciones.
Collar mal ajustado
Ocurre que tenemos miedo de que el collar esté demasiado apretado y moleste a nuestro gatito. Pero es probable que, con toda nuestra buena intención, estemos generando situaciones de riesgo. Así, por ejemplo, puede que el gato sea capaz de alcanzar el collar con la boca y que su mandíbula quede atrapada. También se puede quedar enganchado con algún objeto, lo que puede resultar fatal. Por ejemplo, si en un salto se queda enganchado con algún objeto y el collar no tiene un cierre de seguridad (de «apertura rápida») que permita que se suelte con su propio peso.
Es muy importante, por lo tanto, ajustarlo de la forma correcta, ni demasiado apretado ni demasiado flojo: lo ideal es que solo podamos introducir dos dedos entre la piel y el collar. Puedes ver la forma correcta en este vídeo.
En este mismo sentido, no podremos usar en gatos collares que tengan alguna de sus partes elásticas, porque podrían introducir una pata, la mandíbula o quedar enganchados con algún objeto o parte saliente de muebles.
Collares de mala calidad
Los collares elaborados con materiales pobres tienden a aflojarse, con lo que daría igual que lo hubiéramos ajustado de la manera correcta: nos acabaría llevando a los problemas descritos arriba.
Colgantes
Tanto las típicas medallas, que pueden llevar información útil en caso de extravío como el número de teléfono del propietario, como los cascabeles, pueden suponer un riesgo para nuestros gatos. La razón es que se pueden enganchar, tanto a un objeto y quedar atrapados con el riesgo de lesión grave o asfixia, como con sus propias uñas. Para impedirlo, lo mejor es evitar que los collares los lleven.
La única circunstancia válida para que el collar lleve cascabel es que tengamos varios gatos y uno de ellos tenga un comportamiento agresivo hacia otro gato. En tal circunstancia, el cascabel le serviría al gato (o gatos) agredido como señal de la proximidad de su abusador.
Esperamos que esta breve introducción a los collares para gatos haya servido para orientarte en la elección. Si todavía tienes dudas, no dudes en consultarnos.